Lo que el viento se llevó en Galápagos: USD 12 millones en 3 turbinas eólicas
- Franklin Vega
- 4 mar 2024
- 9 Min. de lectura
Actualizado: 16 oct 2024
Los 3 “molinos de viento” fabricados por la firma UNISON de Corea nunca funcionaron adecuadamente desde su entrega en el 2015 en la isla Baltra. La inversión fue del entonces Ministerio de Electricidad, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Global Environment Facility (GEF) y United Nations Foundation (UNF). No hay quien responda y ahora la responsabilidad es de ELECGALAPAGOS S.A. Una historia de costosas omisiones que espera un arbitraje.

Las 3 turbinas eólicas fueron construidas por la empresa UNISON de Corea. Desde su entrega en el 2015 no funcionaron adecuadamente y el ministerio de Electricidad, hoy de Energía no las recibió. Presentaron fallas desde el primer día, con vibraciones excesivas. foto: Franklin Vega.
“Energía verde para Galápagos. Inagotable, limpia y segura” con este lema se promocionó el Proyecto Energía Renovable para Generación de Electricidad – Electrificación Renovable de las Islas Galápagos (Proyecto ERGAL en el enlace el detalle). Era parte del programa “Galápagos sin combustibles fósiles” que se implementa cíclicamente desde el 2001 luego del naufragio del buque tanquero Jessica (aquí la historia).
Lo de inagotable del Proyecto ERGAL duró solo cuatro años para el Parque Eólico Baltra-Santa Cruz, que se vendía como el proyecto emblemático a un costo de 12 millones de dólares, que no funciona y que no hay a quien reclamar.
Tampoco se cumplió lo de “energía segura”. Desde su entrega en el 2015, los molinos de viento (como se llama coloquialmente a los aerogeneradores) no cumplieron con las normas técnicas ni generaron el 21% de la energía eléctrica tal como se los promocionaba. Las falencias desencadenaron que las turbinas no fueron recibidas formalmente por el administrador del contrato.
Proyecto Eólico Baltra comprendía el Parque Eólico de 2.25 MW (con tres aerogeneradores) junto con un sistema de interconexión eléctrica con la isla Santa Cruz qué sí se construyó y está operativo. Determinar los costos o la inversión de este elefante blanco que recibe al 70% de visitantes que llegan a Galápagos es una tarea compleja por el silencio de las autoridades. Conocemos que el presupuesto total del ERGAl al 2016 fue de USD 27’655.606 que se distribuyeron de la siguiente manera:
Para obtener el monto de la inversión solo del Parque Eólico Baltra, recurrimos a un documento del previo del Proyecto ERGAL que menciona el monto de los 12 millones de dólares para las tres turbinas eólicas. Solicitamos al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que fue la entidad que implementó el proyecto y que fue ejecutado por el entonces Ministerio de Electricidad y Energía Renovable (MEER) y nos enviaron la respuesta que pueden acceder en el documento adjunto, en el cual señalan que: “el rol del PNUD se enfocó en la revisión del estudio de factibilidad, y la fiscalización de la obra”.
Sin embargo, las fallas y omisiones empiezan con los documentos presentados, se extienden a los materiales de construcción y al sistema informático utilizado para controlar el funcionamiento de los aerogeneradores.
Esto es lo que hasta ahora conocemos y podemos demostrar luego de tener acceso a varios documentos internos, entrevistar a especialistas y a los informes de la empresa eléctrica:
Incumplimientos desde los documentos hasta en la protección contra la corrosión
Los problemas de los tres molinos de vientos se evidenciaron desde las primeras pruebas de funcionamiento cuando se registran vibraciones excesivas. No obstante, las fallas empiezan con los mismos documentos que el CONSORCIO UNISON – LEOKONKOREA el constructor del Parque Eólico Baltra presentó en el proceso de contratación, llegando incluso a que algunos manuales técnicos no están traducidos al español, es decir son inutilizables por el personal que debería operarles.
La empresa UNISON no presentó el certificado (el documento que avala las características técnicas de las turbinas) para el modelo U57 que se instalaron en Baltra, en su lugar mostró un certificado para el modelo U50. Los dos modelos de turbinas, el U57 y U50 ya no están en producción según la página de internet de UNISON ni al momento de su instalación, las turbinas U57 no eran el modelo más reciente.
Las aspas de los aerogeneradores se cambiaron durante el proceso de construcción por unas que no cumplían las normas técnicas y para colmo la empresa fabricante Red Power de China ya no existe; es decir la provisión de repuestos es poco probable e incumple el requisito de tener repuestos durante 10 años, que se cumplen en el 2024.
En las inspecciones realizadas, la corrosión de algunos elementos es indiscutible. Según el contrato, la protección anticorrosiva es responsabilidad del fabricante y debió tener una garantía mínima de cinco años y brindar protección por 15 años, algo que no se ha cumplido a 10 años de su construcción. Según los reportes, hay corrosión en los pernos que fijan la estructura, en los que están alrededor de las aspas y en las “cajas” de control.
El sistema automatizado de control, llamado SCADA, presentaba fallas que no pudieron ser resueltas por la empresa fabricante, la coreana UNISON que no ha respondido el correo electrónico enviado solicitando información. También pedimos a la embajada de Corea en Ecuador que nos ayude a ubicar al fabricante y tampoco logramos un resultado positivo.
A lo mencionado, se suma que al estar paradas por más de cuatro años se pueden presentar “daños sustanciales como la lubricación de todos los rodamientos con el rotor bloqueado, problemas de corrosión, problemas con el sistema de conversión, las baterías de respaldo del pitch de las aspas…”, señala uno de los informes técnicos.
Algo que destacan en los informes técnicos contratados por el PNUD es que la mayoría de fallas y retrasos son atribuibles al contratante.
“Aparte de las no conformidades declaradas, tenemos conocimiento que el parque eólico actualmente se encuentra sin funcionamiento por causas ajenas a la construcción misma de la obra y podría ser imputable parcialmente al contratista por no garantizar disponibilidad de repuestos”, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD.
Solicitamos la versión a ELECGALAPAGOS S.A. y se indicó que no darán información por estar un proceso judicial en marcha. Lo que pudimos verificar es que en diciembre del 2019, Ángel Gonzalo Uquillas Vallejo, viceministro de Electricidad y Energía Renovable, invitó al proceso de mediación entre ELECGALAPAGOS S.A. y el consorcio UNISON-LEOKONKOREA al Presidente Ejecutivo de ELECGALAPAGOS S.A.
El viceministro destaca el las turbinas eólicas “desde su instalación ha presentado varios inconvenientes operativos, a pesar de haber concedido a la compañía UNISON un periodo de 20 meses de prorroga al Periodo de Garantía Contra Defectos, sin haber obtenido soluciones a dichos problemas; por lo que ELECGALAPAGOS solicitó a la Procuraduría General del Estado, el inicio del proceso de mediación entre la Empresa Eléctrica Provincial Galápagos ELECGALAPAGOS S.A. y el Consorcio UNISON-LEOKONKOREA”.
La convocatoria del Viceministro de Electricidad y Energía Renovable se basa en que a su criterio “ELECGALÁPAGOS es responsable de las obligaciones que conlleva la administración del proyecto en mención y los temas pendientes que resulten de su ejecución”.
Desconocemos el resultado de esa mediación, lo claro es que las turbinas no funcionan.
Se vendió aire en la capacidad de generación de electricidad
Se vendió la idea que el Parque Eólico de Baltra cubriría el 21% de la demanda de energía eléctrica de la isla Santa Cruz; sin embargo, en el mejor año (el 2016) alcanzó 13,07%. Para el 2019 ya no hay registros de la energía generada. No hemos podido verificar qué fecha se decidió parar los tres molinos de viento, pero los hemos monitoreado de cerca.
En Bitácora Ambiental constatamos en el 2020 las turbinas estaban detenidas. Para el 2022 el entonces gerente de la Empresa Eléctrica Provincial Galápagos S.A. (ELECGALAPAGOS S.A.) explicó que existía un fallo eléctrico menor y que para diciembre de ese año, se solucionaría. El ofrecimiento del burócrata no se cumplió y al revisar la documentación, constatamos que nos mintió de forma deliberada o que no conocía la gravedad de los problemas.
Para escribir este artículo, solicitamos nuevamente la versión del nuevo gerente de ELECGALAPAGOS, el actual responsable del proyecto, pero nos indicaron que no darían ningún tipo de información porque existía un proceso legal en curso. No obstante, el 7 de diciembre del 2023, Fernando Viteri, flamante presidente ejecutivo de ELECGALAPAGOS, anunció una revisión técnica y legal del proyecto Eólico de Baltra, “con la finalidad de determinar la hoja de ruta a seguir para el reinicio de la operación de este emblemático proyecto eléctrico que ayuda a la conservación de las islas Galápagos”.
Viteri conoció en la inspección de diciembre la larga lista de omisiones y problemas de las turbinas como la corrosión evidente en las cajas metálicas o en los pernos que sujetan los rotores. Desde el nivel del piso se observa la corrosión en algunos elementos metálicos; y, en general, el aspecto de las tres torres es descuidado. Una situación lamentable para un sistema de generación eléctrica que costó 12 millones de dólares, que funcionó a medias cuatro años y ha permanecido bajo la acción del viento marino y sol sin mantenimiento.
Un proceso enredado

Inspección de ELECGALAPAGOS S.A. del Parque Eólico de Baltra en diciembre del 2023. Foto: ELECGALAPAGOS S.A.
El proyecto ERGAL se implementó entre 2006 y 2014 y para la instalación del Parque Eólico Baltra, se creó un Fideicomiso en la Corporación Financiera Nacional (CFN) y esta fue la encargada de la licitación internacional para la construcción del Parque Eólico.
El 21 de julio de 2010, el Fideicomiso Mercantil Energía Renovable para Galápagos y el consorcio UNISON - LEOKONKOREA suscribieron un contrato para el "Suministro, instalación, puesta en marcha del Parque Eólico en la isla Baltra”.
Al revisar los documentos se encuentra que el proyecto sufrió varios retrasos por la demora en la construcción del sistema de interconexión eléctrica entre Baltra y Santa Cruz, entre otras cosas. Para el 2014, se Proyecto ERGAL cerró y la CFN transfirió la Gerencia del Proyecto Eólico Baltra a ELECGALAPAGOS en el 2016 pero la garantía contra defectos terminó el 31 de octubre del 2017.
El PNUD pagó la contratación de la fiscalización hasta el 2018 y los resultados fueron verificados por una evaluación técnica independiente que también se contrató con el de PNUD.
¿A quién se puede reclamar?
El contratista del Parque Eólico Baltra fue el CONSORCIO UNISON – LEOKONKOREA, que ahora consta como un emprendimiento en el Servicio de Rentas Internas (SRI) y tiene RIMPE; es decir, tiene ingresos brutos anuales entre USD 20.001 a 300.000 y debe responder por un proyecto de 12 millones de dólares.
En la Super Intendencia de Compañías no existe el Consorcio UNISON–Leokonkorea, solo hay rastros de la compañía Corporación Leokonkorea S. A. que se disolvió de forma voluntaria y anticipada el 6 de marzo del 2014 y que tenía sus oficinas en la misma dirección que el Consorcio UNISON–Leokonkorea.
Como indicamos, solicitamos información a la empresa coreana Unison, pero no obtuvimos respuesta. También pedimos a la embajada de Corea en Ecuador que nos ayude a ubicar al fabricante y tampoco hubo respuesta positiva. También escribimos al punto focal del Global Environment Facility (GEF) en Ecuador, que labora en la Cancillería del Ecuador, pero tampoco tuvimos respuesta.
La pregunta que surge es a ¿quién se puede reclamar? Milton Castillo Maldonado, abogado experto en arbitraje, explica que lo único que procede para subsanar este enredo legal y técnico es un arbitraje. "Por el nivel del conflicto y porque se agotó la mediación, solo hay el camino del arbitraje", señala Castillo. Pero ¿Con quién mediar? Para el jurista, las empresas deben mantener una representación legal para responder por sus acciones y omisiones.
El sistema de transmisión eléctrica ente las islas Baltra y Santa Cruz, el cual permanece en funcionamiento, será aprovechado por el Proyecto Conolophus que ha sido cuestionado por los aspectos técnicos y por ser de un ex Asesor ad honorem del Presidente Guillermo Lasso.
Un cuento chino: una barcaza solar que se pudre y un bus eléctrico que no sirve

Día de la inauguración de la barcaza solar Genesis. Foto: Consejo de Gobierno de Galápagos.
¿Por qué nadie ha indagado por las tres turbinas que no funcionan en la puerta de entrada a Galápagos? Más aún si no es un caso aislado, hay por lo menos dos iniciativas más “de movilidad sostenible” que no funcionan: un bus eléctrico y una barcaza que funciona con paneles solares.
En julio del 2015, el extinto Instituto Nacional de Eficiencia Energética y Energías Renovables entregó a Galápagos la barcaza solar “Génesis” con una inversión de USD 500.000 y funcionó pocos meses. En noviembre del 2023, el periodista galapagueño Diego Añazco publicaba en X (antes Twitter) una foto de la barcaza con evidentes muestras del deterioro.
En marzo del 2021, el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) donó un bus 100% eléctrico y su respectiva electrolinera, “de última generación”, al Consejo de Gobierno del Régimen Especial de Galápagos. Este a su vez entregó el bus al GAD de Santa Cruz “en beneficio de la movilidad de la comunidad”.
Se anunció que el bus se destinaría a transportar a los 7.000 pobladores de la parte alta de la isla, pero no brinda ese servicio de forma adecuada ya que no puede circular por las vías de Santa Cruz por ser demasiado bajo. Es decir, no fue diseñado para el agreste entorno de las islas y las carreteras de segundo orden.
La donación del bus “100% eléctrico” se realizó mediante la firma de un convenio interinstitucional entre el MTOP y la empresa pública Zhong Tong de China y su distribuidor en Ecuador Dismundi S.A. y tuvo un valor de 500.000 dólares.
Comentario final
Lo que nos queda claro de los molinos de viento que no sirven, la barcaza y el bus eléctrico que demuestran cómo iniciativas como “Galápagos Sin Combustibles Fósiles” es un cuento chino si no se consideran las condiciones propias de las islas. Según los últimos datos disponibles, la energía en Galápagos se genera quemando diésel y el aporte de las energías renovables es marginal a pesar de los millones invertidos, las decenas de consultorías realizadas y las decenas de proyectos ejecutados.
Esperamos que la ciudadanía de las islas empiece a exigir cuentas de las iniciativas que se ejecutan para “salvar” Galápagos y que terminan malgastando los recursos de todos los ecuatorianos.
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