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Réquiem por el Ministerio del Ambiente

  • Foto del escritor: Franklin Vega
    Franklin Vega
  • 12 ago
  • 8 Min. de lectura

Réquiem: Composición que se canta con el texto litúrgico de la misa de difuntos, o parte de él.


Representación de un Dodo (Raphus cucullatus) en el museo de Historia Natural de Viena  (Naturhistorisches Museum Wien). Foto: Franklin Vega.
Representación de un Dodo (Raphus cucullatus) en el museo de Historia Natural de Viena (Naturhistorisches Museum Wien). Foto: Franklin Vega.

En qué se parece un Dodo al Ministerio del Ambiente, Agua y Transición Ecológica? En que los dos están extintos por la acción humana en menos de 60 años. Hacemos este recuento desde las coberturas periodísticas. Es un sobrevuelo por la breve historia del MAE que empieza en 1996, en la presidencia de Abdalá bucaram y sus tiempos convulsos musicalizados con el Rock de la Cárcel.


A pesar de que El Loco que Ama creó el MAE y designó al periodista y poeta Jaime Galarza Zavala no fue hasta 1999 cuando se fusionó con el Instituto Ecuatoriano Forestal, de Áreas Naturales y Vida Silvestre (INEFAN) del Ministerio de Agricultura que cobró fuerza al tener tres ejes: Biodiversidad, Forestal y Áreas Naturales y calidad ambiental.


La segunda titular del MAE fue Flor María Valverde designada por uno de los pocos políticos que lograron imponer su mayoría de una curul en el Congreso (hoy Asamblea Nacional): Fabián Alarcón. Así llegamos al período de Yolanda kakabadse, una de las iniciadoras de Fundación Natura junto con Sevilla Roque (la ONG del colibrí que se autoextinguió en medio de actos de corrupción, pero eso es para otro día).


Con Kakabadse el MAE cobró fuerza al ser designada por Jamil Mahuad. Para enero de 1999 se fusionó con el INEFAN, fortaleció el control forestal, creó con la Zona Intangible Tagaeri Taromenane (que fue delimitada en el 2007 con la participación de Inés Manzano), los Acuerdos de Uso Sustentable y Custodia del Manglar que hasta ahora funcionan a pesar de la violencia que sufren las familias de cangrejeros y pescadores en toda la Costa.


En Galápagos fortaleció el manejo participativo y se consolidó la Reserva Marina de Galápagos con el aporte de los guardaparques del Parque Nacional Galápagos liderados por Eliecer Cruz. Entre esas luces, hay también sombras como la sustitución de bosques por plantaciones de palma africana en el norte de Esmeraldas y la Amazonia. Uno de los subsecretarios de Kakabadse hablaba de “un acuerdo de caballeros” con las palmicultoras para no talar bosque primario y hacer plantaciones, algo que nunca ocurrió y la palma avanzó sin control.


En ese tiempo Jamil Mahuad firmó la Paz con Perú y dolarizó el Ecuador. No duró mucho y Jamil fue derrocado y Gustavo Noboa asumió la presidencia. Noboa fue un caballero, aceptaba las críticas con humor, algo que ahora hace falta. Noboa designó a otro señor que recordamos con respeto y admiración: Rodolfo Rendón, un arquitecto que explicaba su visión del ambiente desde su pasión.


A Rendón le tocó una época con algunas papas calientes como el conflicto de El Pambilar en Esmeraldas, entre la empresa maderera Botrosa y la comunidad en el cual el condenado por violación y luego amnistiado: Floresmilo Villalta). En Galápagos enfrentó del desastre del tanquero Jessica repleto de bunker (un combustible pesado y contaminante para los grandes barcos de turismo).


Eran los tiempos de la construcción del OCP (Oleoducto de Crudo Pesado) y cuando Noboa pronunció la frase célebre: “El OCP va, porque va”, entonces Rendón dio un paso al costado. Asumió la Sra. Lourdes Luque, una conocida ambientalista que también pasó por Fundación Natura y quien impulsó al MAE en foros internacionales. Apoyó las reformas legales y mantuvo al director Forestal de Rendón: Hans Thiel ficha clave para crear el Sistema Nacional Tercerizado de Control Forestal con la participación de la verificadora internacional SGS.


En el primer barrido, SGS descubrió bosques de tres o cuatro pisos, por la cantidad imposible de metros cúbicos que se autorizaba talar; es decir, los planes eran tan fraudulentos como los bosques ubicados en medio del océano pacífico que también aparecieron. Era la primera vez que la tala de los bosques se controlaba de manera independiente, el ratón no cuidaba el queso. Mientras tanto en Galápagos, Eliecer Cruz y los guardaparques del PNG luchaban por mantener fuera a los pescadores de la Reserva Marina de Galápagos y Luque les apoyaba a pesar de las presiones.


Así llegó el 2003 cuando Lucio Gutiérrez ganó la presidencia con el apoyo de la izquierda "radical" y el movimiento indígena. El ministro designado fue el militante acérrimo del MPD Édgar Isch y una de sus primeras acciones fue eliminar el control forestal tercerizado con argumentos tan sonsos como la soberanía nacional y botar a Cruz del Parque Nacional Galápagos con la excusa que era de derecha.


En abril del 2003 se produjo la rotura del SOTE en Papallacta en donde la negligencia de Petroecuador, del MAE y Fundación Natura resultaron con la afectación de una de las principales captaciones de agua de la ciudad. Pero el matrimonio forzado de la izquierda con la Rectificadora Gutiérrez (nombre popular del gobierno de Lucio por la cantidad de contradicciones) duró poco. Isch salió y le siguieron una serie de ministros encabezados por el docente universitario César Narváez quien se enteró de su designación por la prensa (no es broma), luego se designó al diplomático Fabián Valdivieso Eguiguren, insigne lojano que puso algo de oren en el MAE, le siguió Juan Camacho, que tuvo un paso tan fugaz como olvidable con algunos excesos que no vienen al caso.


Con la caída de Lucio subió el Dr. Alfredo Palacio a la presidencia y Ana Albán fue designada ministra del Ambiente. Albán también salió de la cantera de ambientalistas de Fundación Natura, pero es una de las ministras con más luces y sombras. Al llegar enfrentó una férrea oposición interna de los funcionarios del MAE, lidió con la licencia del Bloque 31 (vecino del ITT) y entregó la licencia ambiental para ese bloque entonces de Petrobras con 19 restricciones para el proyecto, entre ellas que no se construya una carretera dentro del Bloque (que está en un 70% dentro del Parque Nacional Yasuní), que las facilidades se ubiquen fuera del PNY que la operación sea helitransportada, entre otras.

Uno de los sobrevuelos para delimitar la Zona Intangible Tagaeri Taromenane. De izquierda a derecha: Fernando Benalcázar, Paul Arellano, Inés Manzano, Alfredo Carrasco, Ana Albán Mora, Maximiliano Donoso, P. Juan Carlos Andueza, Carlos Andrés Vera. Foto: Archivo Particular.
Uno de los sobrevuelos para delimitar la Zona Intangible Tagaeri Taromenane. De izquierda a derecha: Fernando Benalcázar, Paul Arellano, Inés Manzano, Alfredo Carrasco, Ana Albán Mora, Maximiliano Donoso, P. Juan Carlos Andueza, Carlos Andrés Vera. Foto: Archivo Particular.

En Galápagos Albán tuvo dos aciertos gigantes, el primero fue realizar el primer concurso técnico de méritos para designar al director del Parque Nacional Galápagos cuyo resultado fue la designación de Raquel Molina, quien tuvo una corta pero intensa defensa de la aplicación de la técnica sobre la politiquería en el PNG.


La segunda acción de Albán en las islas fue crear la mesa de donantes por medio de la cual cada organización debía pasar por un filtro y explicar cómo, cuánto y en qué aportaría a la conservación de las islas, así se evitaban las duplicaciones o triplicaciones de esfuerzos, se transparentaban las cuentas y se buscaba financiamiento para lo que se necesitaba y no para lo que los donantes creían que se necesitaba en las islas. Ese ejercicio fue la semilla de la Secretaría Técnica de Cooperación Internacional (SETECI) que luego se convirtió en una dirección o viceministerio de la Cancilleria.


Uno de sus mayores logros fue delimitar la Zona Intangible Tagaeri Taromenane en el 2007 y fue uno de los últimos Decretos que firmó el presidente Palacio, amarrando las manos de Rafael Correa, que no pudo deshacerlo. En la delimitación de la ZITT participaron varias personas e instituciones como Fernando Benalcázar, Paul Arellano, Inés Manzano, Alfredo Carrasco, Ana Albán Mora, Maximiliano Donoso, P. Juan Carlos Andueza, Carlos Andrés Vera (foto). Luego Albán fue la primera “niñera” de Julián Asange en la Embajada de Ecuador en Londres, pero eso es otra historia.


Después de Albán le siguió Marcela Aguinaga ex funcionaria del PNG en la época de Cruz y actual prefecta del Guayas. El paso de Aguiñaga por Ambiente estuvo marcado por el apoyo a programas como Socio Bosque, el impulso al cumplimiento de licencias ambientales, procesos y regulaciones al sector productivo… Pero entre sus sombras está la destitución de Raquel Molina para favorecer a Metropolitan Touring, el cambio de las condiciones para la explotación del Bloque 31 ya a cargo de Petroamazonas que abrió una vía hasta el corazón mismo del Yasuní y no frenó la colonización interna entre los ríos Napo y Tiputini.


Los otros ministros del ambiente de Correa fueron Lorena Tapia quien se mantuvo por tres años al frente del MAE dando estabilidad, luego Daniel Ortega, Walter García. Hasta llegar a los 5 ministros de Lenin Moreno cuyo primer titular fue Tarsicio Granizo quien apoyó el proceso para sancionar al buque chino Fu Yuan Yu Leng 999 capturado en Galápagos con 300 toneladas de aletas y tiburones (algunos de especies protegidas). También reforzó la normativa forestal, pero el MAE continuó como un ministerio sin fuerza ni presencia política, en su gestión empezó a evidenciarse el flagelo de la minería ilegal.


Después de Granizo le siguió Marcelo Mata, abogado, ex petrolero e impulsor de los servicios ambientales, quien tuvo el valor de repetir en el MAE en el 2021 luego de la desastrosa fusión del MAE con la SENAGUA bajo la administración de Juan De Howitt el primer ministro del Ambiente y del Agua, luego de esto se acumularán los nombres rimbombantes pero cada vez con menos personal y recursos. Entre el periodo de Mata y De Howitt pasó de agache Raúl Ledesma, cuyo mayor mérito fue el dejar hacer, por lo menos no tocó a Galápagos.


Mata fue un ejemplo del escaso peso de ambiente en el Gabinete, un ejemplo fue la creación de la nueva Reserva Marina para Galápagos que Mata apoyó pero que fue frenada en seco desde el Ministerio de Producción.


Así llegamos al 2021 con los dos ministros del Ambiente de Guillermo Lasso: Gustavo Manrique y José Antonio Dávalos. A Manrique se le debe el tercer apellido del MAA esa parte de Transición Ecológica, que se quedó como un membrete. Pero tratamos de ser objetivos (insisto tratamos) a Manrique se le debe el impulso para la creación de la Reserva Marina Hermandad que es el mayor logro del Gobierno de Lasso a pesar de que es una fracción del pedido original y que es el hito más promocionado dentro y fuera del Ecuador. Manrique fue tan cercano e influyente con Lasso que lo sacó de Ambiente y lo hizo Canciller. A pesar de esa cercanía y peso político, el MAE siguió sin presupuesto ni acciones concretas.


Desde noviembre del 2023 con Daniel Noboa se han nombrado cuatro ministras del Ambiente, empezando con la galapagueña Sade Fritschi quien acumuló críticas por su escasa gestión y gran cantidad de exabruptos que preferimos omitir.


Entre el 30 de agosto de 2024 y el 11 de febrero de 2025 ocupó el MAE Inés Manzano dando un vuelco radical a ese ministerio. La abogada guayaquileña conoció el MAE desde adentro cuando fue asesora de Lourdes Luque e impuso un ritmo frenético al MAE que no logró cuajar porque le encargaron el Ministerio de Energía y Minas en octubre del 2024 hasta que en febrero del 2025 fue designada titular de Energía.


De Manzano aún podemos decir poco. Apoyó el cumplimiento de la sentencia por la cual el MAE tenía que iniciar el proceso para cambiar de apéndice CITES a las iguanas endémicas de Galápagos que se venden en todo el mundo, puso en orden al ministerio y fue su equipo quien logró que se suspendan los permisos ambientales para Terraearth, la minera china acusada de minería ilegal en Napo. Su deuda: el control en Galápagos…


No tenemos pruebas, pero creemos que Manzano en lugar de regresar a terminar de poner en orden al MAE impulsó que este se fusione con Energía. Así su mayor reto será que el ratón no cuide el queso, pero quien sabe, puede ser que nos toque un ratón vegano y realmente controle a la minería, al petróleo, a las eléctricas que se disfrazan de verde para depredar... Conocemos de cerca su compromiso con la protección de los pueblos en aislamiento voluntario que habitan en el Yasuní, que es uno de los temas relegados por los ministros anteriores quienes se escudan en las competencias, sabemos que ese no será un freno para Manzano y su equipo.


Con esto terminamos el breve recorrido por los 28 ministros del ambiente desde 1996 (incluidos los encargos), nos falta la última ministra del ambiente María Luisa Cruz que no sabemos si será Viceministra del Ambiente o subsecretaria en Energía y Minas. En todo caso, el Ministerio del Ambiente ya está como el Dodo: extinto.



 
 
 
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